Siempre he estado convencido que el encontrar proyectos que tengan una búsqueda importante ya sea el registro de lo que está sucediendo, el redescubrir la historia de una región ó el encontrar lo que la hace especial, es la verdadera misión de quien elabora crítica de vino. En el caso específico de México esto adquiere mayor relevancia ya que nuestro país se encuentra en el momento más importante de su historia vitivinícola. Existen dos grandes razones para esto, primero la cantidad de proyectos que están intentando hacer las preguntas correctas es mayor que en cualquier otro momento y segundo porque por primera vez empieza a existir un verdadero interés de los mercados más importantes por el vino mexicano y no solo como detalle curiosos en su carta, sino como algo capaz de mostrar una visión única de calidad.
Y si tuviera que escoger a una bodega para representar lo que ha sucedido durante esta etapa de la historia en México y más importante aún, las posibilidades cualitativas de los Valles de Ensenada, sin lugar a dudas escogería el trabajo desarrollado por JOse Durand. Es importante hacer notar que esto no va en detrimento de otros tantos proyectos que están proponiendo cosas interesantes como Vinisterra, Alberto Rubio (principalmente su trabajo con Fluxus y Ballenatinta), Mina Penélope, Viñas del Sol ó Henri Lurton.
Pero JOse tiene desde mi punto de vista y de acuerdo a mi paladar, la visión más amplia debido en gran parte a una búsqueda personal por entender que hace único en el mundo al terruño de Ensenada. Esto no es algo menor ó un discurso superfluo para una entrevista, es algo que se nota en cada uno de los vinos, pero de forma muy singular en Icaro.
La viña captura el tiempo, no solo en términos cronológicos, sino también geográficos y climáticos.
JOse Durand
La historia de como inicia Sinergi VT, primer nombre de la bodega está ligada a otra bodega importante en la historia de la viticultura nacional, Pedro Domecq. JOse llega a México para trabajar en ella y cuando la bodega es vendida se encuentra en la encrucijada de regresar a Chile ó permanecer en Ensenada. Su corta experiencia y su intuición lo hacen quedarse.
Esto es solo como contexto, la parte verdaderamente importante es la búsqueda por expresar las circunstancias tan particulares de Ensenada y sus Valles. La historia de Icaro muestra cómo esta búsqueda ha logrado claridad y enfoque a través del tiempo, pero en mí opinión el paso más importante sucede cuando se lanza Ala Rota 2011, un vino proveniente de los arenales del Valle de Guadalupe, en este momento Icaro deja atrás la búsqueda del tanino perfecto y empieza a explorar la importancia del lenguaje aromático en el vino.
A partir de aquí con la bodega ahora llamada Durand Viticultura, se intensifica en cada añada el trabajo para lograr conservar las sutilezas de ese lenguaje. Notablemente los vinos bajan en graduación alcoholica, se trabaja en el campo por lograr cosechar cada uva en el punto exacto sin pasificación y el equipo en de bodega se consolida. Otra etapa importante y admitidamente una experiencia difícil, fue el proceso de ingresar al mercado norte americano, específicamente a California.
JOse decide hacer un proyecto vertical, donde el controla todo el proceso desde el viñedo hasta la distribución en el mercado. Y aunque hoy la forma de trabajo ha cambiado y ya cuenta con un distribuidor, la experiencia fue parte de esa búsqueda por intentar mostrar el potencial del vino en México.
Este año la bodega ha cambiado una vez más de nombre haciendo referencia a la razón de su existencia, Bodegas Icaro y se lanza un nuevo integrante del portafolio, Montemar, con la intención de llevar la filosofía y el estilo de la bodega a consumidores que recién ingresan al mundo del vino.
Bodegas Icaro representa la madurez del proyecto que naciera con unas cuántas barricas en el 2002 al salir de Domecq, sin duda el nivel de ejecución se ha perfeccionado y el entendimiento se ha aclarado, pero la intención y la búsqueda de JOse Durand continúan.
Los vinos han sido probados en repetidas ocasiones, tanto en la bodega junto a JOse Durand y al equipo de The Wine Exchange (Tristen Beamon y Kyle Meyer), como en nuestra oficina.
Los Vinos
Bodegas Icaro Marella Blanc de Blancs 2019
Aromático con notas de durazno, chabacano, flores blancas y minerales. En boca es ligero con una linda textura y un perfil fresco y mineral con la fruta desplegada de una forma elegante y sutil. 92
Varietales: 85% Sauvignon Blanc, 15% Moscato de Canelli
Consumir: 2020 – 2024
Bodegas Icaro Marella Rosé 2019
Aromas florales y herbales sobre notas de litchi, bayas rojas frescas y cítricos. En boca es ligero y fresco con una influencia salina notoria. Lindo y distintivamente del Valle de Guadalupe. 90
Varietales: 100% Grenache
Consumir: 2020 – 2023
Bodegas Icaro Marella Chardonnay 2019
Notas de fruta de huerto madura (manzana, pera y durazno) sobre ligeras notas de vainilla y flores. En boca es de buen cuerpo con una sensación untuosa y la acidez necesaria para darle equilibrio y enfoque. De todos los vinos, a mi paladar este es el elaborado en un estilo más internacional con capas de fruta madura y notas de especias dulces. Sin duda encontrará su público por el estilo y la calidad. 90
Varietales: 100% Chardonnay
Consumir: 2020 – 2026
Bodegas Icaro Ala Rota 2017
De todos los vinos de la bodega, Ala Rota es el que habla con mayor elocuencia de la belleza frágil y muchas veces efímera que se encuentra en el Valle de Guadalupe. Notas salinas, corteza de árbol, flores secas y fruta roja fresca sobre aromas herbales. En boca es de cuerpo medio con una textura aterciopelada y notas minerales cubriendo la fruta roja crujiente. Un Cabernet lleno de sutilezas que habla elocuentemente de los arenales de Ensenada. No trata de ser un Cabernet de otro lugar y eso lo hace especial. 94
Varietales: 80% Cabernet Sauvignon, 15% Tannat, 5% Petit Verdot
Consumir: 2020 – 2030
Bodegas Icaro Montemar 2017
El nuevo integrante en el portafolio de la bodega es una excelente muestra del lado potente e intenso que en ciertos varietales los valles de Ensenada pueden producir. Aromas intensos de zarzamora, cereza negra y ciruela sobre notas de maple, regaliz y minerales. En boca es de buen cuerpo con una textura sedosa y la intensidad de la fruta bien equilibrada por la acidez. Notas herbales y minerales llevan a un final largo. Excelente relación precio/calidad. 92
Varietales: 29% Tannat, 28% Nebbiolo, 21% Cabernet Sauvignon, 21% Petite Sirah, 1% Grenache
Consumir: 2021 – 2035
Bodegas Icaro Icaro 2017
Un vino que muestra fielmente la búsqueda y las intenciones de la bodega. Aromas de cereza, ciruela roja, menta y tabaco sobre notas de flores, algo de chocolate y minerales. Los aromas se inclinan hacia los tonos rojos en esta añada. En boca es de cuerpo medio con una textura suave y taninos que se vuelven notorios hacia el final. La fruta roja crujiente está cubierta por amplia mineralidad. La influencia del Cabernet de los arenales es evidente en la tensión y sutilezas, así cómo en la elegancia delicada de este vino. Causa la misma impresión sensorial que un bello atardecer frente al mar. 96
Varietales: 39% Nebbiolo, 44% Cabernet Sauvignon, 8% Petit Verdot, 9% Petite Sirah
Consumir: 2020 – 2033
Bodegas Icaro Icaro 2007
Probado durante una visita en Enero a la bodega a partir de una magnum. Aromas de mocha, caramelo y flores secas sobre notas de cereza negra, ciruela y humo. En boca es de buen cuerpo con una textura elegante y taninos muy pulidos. Notas de tabaco, especias dulces y una ligera nota salina complementan la fruta. Notoriamente de Ensenada pero en un estilo muy refinado que ha añejado bien. Aún tendrá 6-7 años de vida, probablemente un poco más. 94
Varietales: Nebbiolo, Cabernet Sauvignon, Petite Sirah, Merlot
Consumir: 2020 – 2026